Salidas de dos horas, en las que nos dirigimos a la zona donde la profundidad del océano alcanza los 1000 metros, entre dos y tres millas de distancia, es ahí donde se producen la mayoría de avistamientos. Con nuestras embarcaciones, al ser barcos rápidos, se abarca una mayor zona de búsqueda, en menos tiempo, de ahí el alto porcentaje de éxito, rozando el 100 % en los días óptimos de visibilidad. Una vez en la zona, ponemos rumbo hacia el sur, muy atentos a los soplidos y a las aletas que asoman en superficie, son los Calderones, habitantes residentes en estas aguas, los protagonistas de nuestras excursiones, pero son también muy habituales los encuentros con tortugas marinas, delfines mulares, que son también residentes, delfines moteados, varias tipos de aves marinas, tanto como a cualquier otro habitante de la zona, es increíble la emoción que se siente al ver el enorme chorro de agua del soplido de un rorcual…..
A la altura de Los Cristianos, nos acercamos a tierra, justo en los acantilados del palmar, donde pasamos junto a una interesante explotación de acuicultura, en la que normalmente hay gran variedad de aves marinas, como Garzas, Cormoranes, Charranes, gaviotas pati amarilla, pardelas, además de tortugas y delfines
El regreso a puerto lo hacemos costeando, disfrutando de las vistas de la costa de Tenerife.